JESUSCRISTO

martes, 14 de junio de 2011

COMO INVOCAR NUESTRO ANGEL GUARDIAN






Invocación  al Ángel de la Guarda.

Siempre que te sientas solo, angustiado o enfermo invócalo y él te escuchará y ayudará.
Puedes invocarlo en casos de peligro o para que te de valor al afrontar compromisos importantes o al enfrentarte ante situaciones límite.
Puedes llamarlo para alegrar y proteger a los niños. También para que  te ayude a vencer cualquier sentimiento negativo, o para liberarte de
viejas estructuras, para reformarlas, y para poner una energía nueva y transformadora en tu trabajo y en tus relaciones. También puedes invocarlo para que te enseñe y ayude aceptar lo que no puedes cambiar,
como la pérdida de un ser querido.
Cómo invocar a nuestro Ángel Guardián.
La invocación a los Ángeles, es una forma de devolverle al universo todo lo que generosamente nos da. La invocación es una energía que generamos
para atraer a los Ángeles. Tiene que surgir como una necesidad interior porque es una llamada que puede cambiar nuestra vida, nuestra visión, nuestras relaciones, modificar y mejorar nuestra personalidad.
La invocación y su práctica hacen que la personalidad y el alma se fundan en una unidad combinada y concentrada. La invocación genera en nosotros
una intensa sensación de realidad, de entusiasmo por la vida y produce también una energía radiante, magnética y dinámica.
Una vez que logramos sentir la presencia de nuestro Ángel, debemos aferrarnos a ese “sentimiento”, y en los momentos difíciles,  recordarlo, sentir que no estamos solos. Que cada situación complicada, por la cual la vida nos pone a prueba, la atravesamos acompañados por esa “chispita
de Dios”, que es nuestro Ángel Guardián personal.
La invocación se realiza a través de la visualización, que es un verdadero acto mágico en la vida del ser humano, porque es posible “crear mágicamente” utilizando nuestros poderes divinos con la asistencia de los Ángeles.
La invocación se realiza a través de la visualización, que es un verdadero acto mágico en la vida del ser humano, porque es posible “crear mágicamente” utilizando nuestros poderes divinos con la asistencia de los Ángeles.
El contacto con nuestro Ángel de la Guarda, tanto sea en forma visible como en sentir su presencia, requiere de una o varias sesiones invocatorias.
Él nos hablará a través de nuestra voz interior, guiando nuestros pasos, corrigiendo nuestras actitudes, sentimientos adversos, hasta lograr el
equilibrio físico, mental y espiritual, necesarios para hacer posible su aparición.
La repetición y el seguimiento de la llamada permanente y diaria crea la voluntad  continua de concentrarnos conscientemente en nuestra evolución.
En todo aquello que llamamos prueba, pena o deber, creedme, la mano de un Ángel está allí.
Los ángeles nos guian Siempre

Siempre que te sientas solo, angustiado o enfermo invócalo y él te escuchará y ayudará.

Puedes invocarlo en casos de peligro o para que te de valor al afrontar compromisos importantes o al enfrentarte ante situaciones límite.

Puedes llamarlo para alegrar y proteger a los niños. También para que te ayude a vencer cualquier sentimiento negativo, o para liberarte de
viejas estructuras, para reformarlas, y para poner una energía nueva y transformadora en tu trabajo y en tus relaciones. También puedes invocarlo para que te enseñe y ayude aceptar lo que no puedes cambiar,
como la pérdida de un ser querido.

Cómo invocar a nuestro Ángel Guardián.

La invocación a los Ángeles, es una forma de devolverle al universo todo lo que generosamente nos da. La invocación es una energía que generamos
para atraer a los Ángeles. Tiene que surgir como una necesidad interior porque es una llamada que puede cambiar nuestra vida, nuestra visión, nuestras relaciones, modificar y mejorar nuestra personalidad.

La invocación y su práctica hacen que la personalidad y el alma se fundan en una unidad combinada y concentrada. La invocación genera en nosotros
una intensa sensación de realidad, de entusiasmo por la vida y produce también una energía radiante, magnética y dinámica.

Una vez que logramos sentir la presencia de nuestro Ángel, debemos aferrarnos a ese “sentimiento”, y en los momentos difíciles, recordarlo, sentir que no estamos solos. Que cada situación complicada, por la cual la vida nos pone a prueba, la atravesamos acompañados por esa “chispita
de Dios”, que es nuestro Ángel Guardián personal.

La invocación se realiza a través de la visualización, que es un verdadero acto mágico en la vida del ser humano, porque es posible “crear mágicamente” utilizando nuestros poderes divinos con la asistencia de los Ángeles.

La invocación se realiza a través de la visualización, que es un verdadero acto mágico en la vida del ser humano, porque es posible “crear mágicamente” utilizando nuestros poderes divinos con la asistencia de los Ángeles.

El contacto con nuestro Ángel de la Guarda, tanto sea en forma visible como en sentir su presencia, requiere de una o varias sesiones invocatorias.

Él nos hablará a través de nuestra voz interior, guiando nuestros pasos, corrigiendo nuestras actitudes, sentimientos adversos, hasta lograr el
equilibrio físico, mental y espiritual, necesarios para hacer posible su aparición.

La repetición y el seguimiento de la llamada permanente y diaria crea la voluntad continua de concentrarnos conscientemente en nuestra evolución.

En todo aquello que llamamos prueba, pena o deber, creedme, la mano de un Ángel está allí.

Los ángeles nos guian Siempre










JERARQUIAS ANGELICALES



  1. PRIMER CORO
  2. SERAFINES
  3. QUERUBINES
  4. TRONOS
  5. SEGUNDO CORO
  6. DOMINACIONES
  7. VIRTUDES
  8. POTESTADES
  9. TERCER CORO
  10. PRINCIPADOS
  11. ARCANGELES
  12. ANGELES
  13. Según estudiosos del tema, los Principados celestes "tienen la capacidad de orientarse plenamente hacia el Principio y como príncipes, guían a otros hacia El". En algunas pinturas aparecen vestidos también como guerreros o como diáconos y sostienen una flor de lis. Los arcángeles son los que lucharon contra los demonios. Además tienen la característica de ser reconocidos individualmente y de ser llamados "santos". Por último, los ángeles son los que complementan el conjunto jerárquico. Ellos constituyen el grado inferior pues son los que están más cerca de los hombres y del mundo, son los que se nos manifiestan. Se representan también como simples soldados, vistiendo ligeras túnicas y pueden llevar, velas o palmas de triunfo.
    Son los grandes guardianes del mundo, identificándose con vestimenta de soldado y con una espada en la mano. A las virtudes se les adjudica ser las portadoras de la gracia y el valor, y su deber principal es el de trabajar por los milagros en la tierra. Tradicionalmente se decía que los ángeles que presidieron la Ascensión de Jesús fueron justamente Virtudes. Son muy parecidos las Virtudes y junto a ellas gobiernan las estrellas y los elementos de la naturaleza.
    Los serafines son considerados el orden mayor de la jerarquía celestial. Son los ángeles del amor, de la luz y del fuego, que rodean el trono de Dios y están en constante alabanza. Iconográficamente, se les representa con tres pares de alas que tapan sus caras, alas y pies. Son los guardianes de la gloria de Dios. Su nombre significa "plenitud de conocimiento" o "rebosante de sabiduría". Su extrema inteligencia les permite conocer a Dios como ningún ser humano puede hacerlo. Rasgos iconográficos: dos pares de alas y aspecto humano. Con respecto a los tronos se dice: "El nombre de los sublimes y más excelsos Tronos indica que están muy por encima de toda deficiencia terrena... han entrado por completo a vivir para siempre de y para el Altísimo...". Iconográficamente resulta difícil identificarlos; se sabe que son como las "ruedas" que conducen el carro de Dios.

ANGELES CUSTODIOS



Cada persona tiene un Ángel Custodio, o de la Guarda, desde que nace, sea o no creyente. Ese ángel se dedica por completo al hombre que tiene a su cargo:
  • Lo protege del mal (tentaciones).
  • Lo acompaña en la vida diaria.
  • Lo sirve, si el hombre a su cargo cree en él y se lo pide.
  • Lo guía a través de "divinas inspiraciones" y de la conciencia.
  • Lo consuela en sus penas.

    Y todo esto... sin interrupción.
Su naturaleza espiritual implica muchos poderes y supone mucha perfección en comparación con nosotros, pero:
  • no conocen los secretos de Dios (Juicio Final, etc.).
  • no pueden saber qué pensamos (sólo Dios puede), a no ser que se lo permitamos.
  • no conocen el futuro.

    Eso sí, como son tan inteligentes y poderosos, viéndonos y oyéndonos pueden hacerse una idea bastante acertada de lo que tramamos y de lo que nos espera. Deducen cosas igual que nosotros, pero en un nivel mucho más elevado.
Hay que imaginarse que el Ángel de la Guarda es nuestro mejor amigo... Quizás esto es imposible de pensar para alguien que por ignorancia o incredulidad se olvidó que él existe, sin embargo, esa relación de amistad tan cotidiana y normal que tenemos con nuestros amigos, ese mismo cariño y compromiso lo siente nuestro ángel por nosotros.

Cada vez que nos sentimos solos y desgraciados, nos olvidamos de que ahi al lado está nuestro angel sufriendo por nuestro dolor. Ellos son incondicionales y fieles, y esperan constantemente que les pidamos ayuda, que contemos con ellos, que sintamos su compañía.

Qué triste es cuando alguien a quien queremos y nos dedicamos, nos desprecia o no nos toma en cuenta. Para nuestro ángel es lo mismo: que no nos interesemos en él, que no lo conozcamos, que no creamos en su fiel disposición es algo que lo apena mucho... y quizás cuánto tiempo ha sido así.

Muchas veces decimos: "¡Qué suerte!", por algo que nos pasa... tal vez cuántas veces nos ha ayudado sin que nos demos cuenta (y sin que le demos las gracias).

Hay que tratarlo, entonces, como a un mejor amigo, pero también debemos venerarlo porque siempre está con nosotros y al mismo tiempo está viendo a Dios. Jesús dijo: "Tengan cuidado de despreciar a alguno de estos pequeños, pues les digo que sus ángeles en el Cielo, contemplan sin cesar la cara de mi Padre que está en los Cielos", (Mateo 18, 10).

Aunque los Ángeles Custodios son los más "chicos" de la Jerarquía Angelical, tienen mucho poder y sabiduría, y dentro de sus capacidades está la de tomar forma física (persona, animal, viento, etc.) si es necesario para ayudarnos. Pero aunque tenga toda la disposición para hacerlo, no nos puede ayudar 100% si no se lo pedimos o si se lo pedimos sin FE (sin creer). O sea, si no creemos es como tenerlos atados de manos y no pueden realizarse en su vida de acompañarnos y guiarnos... el sentido de su vida.

Nuestro Ángel de la Guarda nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Si nos vamos al Cielo, si nos salvamos, nuestro ángel nos acompañará por toda la eternidad, gozando la Felicidad Eterna junto a nosotros... ¡más fiel imposible!.

Los ángeles de personas que se condenan son agregados por el Señor a los "Servidores Especiales de la Reina de los Cielos", donde se dedican a cantar y alabar la justicia infinita de Dios.

En ambos casos, salvación o perdición, nuestros ángeles tienen la misión de atestiguar ante Dios nuestros actos, cuando llegue el momento de ser juzgados. Por lo tanto, depende de cada persona que sea una tarea fácil o difícil, porque si nos condenamos nuestro ángel aparte de atestiguar con mucha pena en contra nuestra, se separará eternamente de nosotros.


Lectura Recomendada:
"Angeles, amigos del alma", Víctor Sueiro

ANGELES SERES DE LUZ Y DE PODER




El nombre de ángel deriva del latín “ángelus” y del griego “angelo”.
Su significado es: Enviado, Mensajero de Dios. Para los griegos “angeros”: Puente entre Dios y el hombre.
También “daimones”: ser sobrenatural, genio, ángel. En sánscrito: “angeres”: espíritu divino o celestial; “angaros”: mensajero.
Para los hebreos, ángel es “Malakl” que también significa mensajero.


Los ángeles son espíritus puros, es decir "libres de toda materia", y por lo tanto de naturaleza inmortal.
Ellos existen para glorificar a Dios y ser sus mensajeros... de hecho su función más importante es ésta: ser el nexo entre Dios y el Hombre, y en segundo término proteger a los hombres y velar por su salvación.

La mayoría de las religiones y la Teología reconocen su existencia desde los primeros tiempos a través de escritos bíblicos e históricos.
Para la Iglesia Católica, los ángeles son una "verdad de fe". Su naturaleza espiritual implica que son libres de todas las limitaciones que lo humano -naturaleza física/espiritual- involucra, por lo tanto su respuesta al amor de Dios no necesita tiempo ni reflexión para crecer y madurar, como nosotros.
Los ángeles fueron creados perfectos, de ahí su poder y entendimiento, en cambio nosotros fuimos creados para "perfeccionarnos". Entendiendo esa diferencia esencial entre hombre y ángeles, se entiende que las "almas" no son ángeles, ni viceversa.
Una persona que se muere, no se transforma en ángel o en demonio según su comportamiento en vida.
Por su perfección, los ángeles no tienen la oportunidad de equivocarse, arrepentirse y de ser perdonados. Sólo hubo una oportunidad al principio de los tiempos, cuando Dios les puso una prueba moral para ganar la Felicidad Eterna: ante ésta falló más o menos un tercio del total, que son "miríadas" (millones de millones), y este tercio se compone de los Ángeles Caídos o Demonios.
Los demás ángeles, los que "pasaron" la prueba divina, están organizados jerárquicamente y sirven eternamente al Señor.  
Los ángeles son una corriente de vida, una de las tantas que existen y coexisten en nuestro vastísimo sistema interplanetario, intergaláctico-cósmico, interdimensional, etc.
Esta corriente de vida maneja y transmite la energía que conocemos como AMOR. Únicos y maravillosos nos conducen continuamente a través de esa energía, atrayendo lo mejor a nuestra vida, como así también una mayor comunicación con el mundo espiritual y otros planos de energías sutiles.

Desde lo humano-religioso se los agrupa en jerarquías o vibraciones (partiendo desde el punto central, Dios) llamadas Coros Angélicos, porque sus voces cantan alabanzas a la Creación componiendo la "música de las esferas" también mencionada por los herméticos como vibración básica del Universo.


 

Los ángeles son espíritus puros, es decir "libres de toda materia", y por lo tanto de naturaleza inmortal. Ellos existen para glorificar a Dios y ser sus mensajeros... de hecho su función más importante es ésta: ser el nexo entre Dios y el Hombre, y en segundo término proteger a los hombres y velar por su salvación.
Los ángeles integran las huestes o ejércitos celestiales, son criaturas puramente espirituales que tienen nombre especial según el oficio que desempeñen.  
Los Angeles nos han demostrado que nosotros, los humanos, somos esa parte del Creador más adentrada en la densidad de la materia. Es el reconocimiento que los ángeles hacen del Creador dentro de nosotros lo que los motiva tan profundamente a ayudarnos en nuestra vida.
La creencia en los ángeles es anterior a la religión católica, lo cual indica que traspasa todo culto o religión. Esto nos lleva a la siguiente reflexión: La confianza en la existencia de estos seres divinos, contribuye al crecimiento del hombre en todos sus planos.
“Los ángeles son espíritus, pero no por ser espíritus son ángeles, cuando son enviados, se denominan ángeles, pues la palabra ángel es nombre de oficio, no de naturaleza. Si preguntas por el nombre de esta naturaleza se te responde que es espíritu, si preguntas por su oficio se te dice que es ángel, por lo que es, es espíritu, por lo que obra es ángel”.
En los últimos años, creciente número de personas están relatando sus experiencias con entidades angelicales, las cuales han afectado profundamente sus vidas, y en muchos casos las han transformado por completo.
Estadísticamente se puede decir que tres de cada cinco personas alrededor del mundo han tenido algún tipo de experiencia sobrenatural. Y, de estas tres, dos han tenido una experiencia con un ángel o una identidad igualmente benéfica. Encuestas recientes han determinado que más del ochenta por ciento de la población del mundo cree en ángeles o en visitaciones celestiales.  
El concepto de una fuerza cósmica personificada como una entidad física y visible en la forma de un ángel se conoce en la antropología como antropomorfización, es decir darle forma humana a algo que no lo es.  
Su naturaleza espiritual implica que son libres de todas las limitaciones que lo humano -naturaleza física/espiritual- involucra, por lo tanto su respuesta al amor de Dios no necesita tiempo ni reflexión para crecer y madurar, como nosotros.Los ángeles no son una invención nuestra o no tienen una realidad espiritual. Al contrario, todo lo que imaginamos y todo lo que creemos, existe, y su existencia está en un plano de inteligencia superior a la nuestra. El ser humano no creó al ángel, simplemente su existencia le fue revelada por un proceso de ósmosis cósmica. Este es el verdadero conocimiento Universal, el cual no esta formulado en conceptos humanos, sino en destellos divinos.
Con la llegada de la Era de Acuario, la humanidad enfrenta un renacer místico y espiritual y la conciencia colectiva de la raza comienza a vislumbrar destellos de Luz en su interior y se prepara para recibir su herencia espiritual, que es el reconocimiento de nuestra naturaleza cósmica y todo lo que ésta abarca. Los ángeles son nuestros guías trascendentales en esta odisea que ahora comienza.  


El mundo tendría un contenido muy pobre si en el existiera solo lo que el hombre puede percibir con sus sentidos externos.
La misma existencia en un mundo así, sin el pasado ni el futuro, donde la muerte, inceremoniosamente, trunca cualquier iniciativa creadora, todo avance hacia el bien y la felicidad, sería una trágica contradicción.
Pero el hombre puede con su razón y sentido espiritual ensanchar notablemente su comprensión del mundo y ver, que además de la parte física, existe un enorme mundo espiritual. El materialismo del fin de siglo pasado (19) y el principio del actual (20), se reía de la sola posibilidad de la existencia de otras formas de vida, además de las que están en la tierra. Sin embargo, gracias al rápido progreso de las ciencias en los últimos 50 años, el horizonte del hombre contemporáneo se ensancha. Ahora sabemos que el Universo, en el cual vivimos, es muy grande, pero no infinito. La misma comprensión del mundo se hizo mas espiritual. Los científicos comprendieron que la materia no representa un sólido inamovible y una existencia eterna, sino es una de las manifestaciones de la energía. La misma, a su vez, puede tomar otras formas completamente diferentes a átomos y moléculas, que conocemos. Por eso, fuera de los límites del mundo visible, pueden existir otros mundos totalmente distintos al nuestro. Estos descubrimientos de la ciencia y los vuelos interplanetarios crearon un movimiento en la literatura y la cinematografía actuales sobre los encuentros con los seres de otras galácticas y mundos. Este entusiasmo ante lo extraño y extraterrestre, desgraciadamente, muy a menudo se mezcla con una fantasía enfermiza y tiene un carácter semidemoníaco. Sin embargo está claro que el hombre contemporáneo tiende a ensanchar los limites de su existencia terrestre.
Como contraparte de toda fantasía y desvaríos de los teósofos y espiritistas; la religión cristiana brinda al hombre actual un concepto claro y sano sobre el mundo espiritual. El cristianismo enseña que además de nuestro mundo físico, existe un gran mundo Angélico. Los ángeles, igual que los humanos, tienen intelecto, la libre voluntad y los sentidos, pero son espíritus incorpóreos. así en realidad, el mundo humano es sólo una gota en el mar de la vida inteligente.
 
 

LA MILAGROSA